Hipocresía invernal: Sonrisas de primavera, corazones congelados.

En proceso de hibernacion
 entra el ser cuando acorralado se siente
cuando a su alrededor
todo lo que observa
es el frio alma del mundo,
 que se hace llamar invierno
 que promueve a las personas
 a recurrir a su impulso mas prodigio,
 de buscar calor,
          afecto,
   cuidado,
   tiempo de fogatas de a dos,
 de anécdotas para el futuro,
 de canciones a recordar.

Días
grises,
  jornadas humedas
   y tardes de sol,
 depende de como te destines por dentro hoy.

Y el oso vive bien, por que sabe sobre-vivir
hacer caso omiso a los designios de la comunidad
verse inocuo del frio de los comentarios
 con sus pieles, sus defensas,
     no tiene quien lo agravie,
       no tiene quien lo castigue,
   solo se tiene a sí y es feliz.

vivo él, atento a la jugada de la naturaleza,
 no como el humano,
 ese tan eterno dependiente del mundo,
tan indigno de libertad...
libre es, hasta que en la necesidad cae.
 La libertad tiene un precio
que pocos quieren pagar.

Ser libre es elegir,
 y uno elige
cuando realmente piensa y quiere
algo por si mismo,

y la naturaleza humana,
    avara por excelencia,
prefiere estar preso a su comodidad,
 que respirar nuevos aires,
praderas inhospitas,
 hostiles quizas,
    pero nuevas al fin.

Es el individuo el ser mas divisible,
es el hombre, el sujeto mas sujeto a todo.
mas hambriento de halagos y de honores.
de calores y riquezas,
ámbitos que solapan y emparchan
 los baches de su triste vida.

Ser cómodo es ser hipócrita con si mismo,
  estar en el sillón de las caricias es fácil,
con tal de no afrontar la pedrada de lo real,
atenerse a una jornada,
 a una vida simbólica,
 imaginaria para si,
en lugar de salir a patearle las cabezas
 a quienes te dicen ayudar,
   y mueren en sus palabras.

Con la fuerza
se puede connotar tanto...

 amor,
          y
              pasión,

como odio y majestuosidad,
 es este peludo plantígrado,
digno de alabanza,
 quien con sus famosos abrazos,
puede despertar ternura como terror.

No deberían aprovecharse de él,
quien de bondad rebalsa en días verdes,
 no querrán encontrarse con él
en el crudo pavimento
de las crónicas
 que no han sido escritas.