El pescador y su río.
Pescador, tenso, atento, paciente, inmerso en el ritual, viviendo la espera cautivo de la tranquilidad en la vorágine de un río duvitativo. Brindará frutos a su orgullo al capataz que sepa ligarse a sus venas lugar donde los manuales parpadean de asombro. A él, los consejos le serán revelados en la lucha contra la corriente, el viento y el polvo. Y revolverá sus dientes de euforia, cuando una idea asalte su reflexión, haciendo del momento, una contienda mejor. Quimera global, que con curvas de mujer, recorre el mundo entero. Fluctuante e imponente, es fantasia y calma de los roedores de la gnosis. que escarban cuevas de hueso y alma, persiguiendo su sombra hasta encontrar la luz.