El pescador y su río.

Pescador,
tenso,
     atento,
       paciente,
inmerso en el ritual,
viviendo  la espera
  cautivo de la tranquilidad
             en la vorágine de un  río duvitativo.

Brindará frutos a su orgullo
al capataz que sepa ligarse a sus venas
lugar donde los manuales parpadean de asombro.

A él,
los consejos le serán revelados en la lucha
contra la corriente,
     el viento
       y el polvo.

Y revolverá sus dientes de euforia,
     cuando una idea asalte su reflexión,
                         haciendo del momento,
                                   una contienda mejor.

Quimera global,
 que con curvas de mujer,
 recorre el mundo entero.

Fluctuante e imponente,
       es fantasia y calma
     de los roedores de la gnosis.
   que escarban cuevas de hueso y alma,
persiguiendo su sombra hasta encontrar la luz.







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