El viaje (tercera parte)
Pasaron muchos minutos, nos hallabamos en el fragor de la ciudad Explotaban en mí los sonidos calidos de un amanerecer muy lejano. Sería un nuevo comienzo, mis pies pisaban otra tierra. sabía que en ese brillo aguardaba algo a ser leido. Esa primera caminata desbarató el tiempo, puedo asegurarlo. eramos dos, entre la multitud de idiomas y aromas. Pareciamos, agua de deshielo en una pendiente volatil y movilizante. Pareciamos, gotas de agua, efecto del desenfreno. Pareciamos, el bullicio que germina una cascada.