Solo queda una luz, allá en lo lejos, donde los montes no dejan ver, el verde de tus praderas son la paz, que por ahora, no he de pisar, y en tu ciudad no hay furias, no hay historias, no hay blancos ni negros, es un espejo donde yo me quiero reflejar. y sos el fuego, fuego chispeante, que ilumina de a poco los pasos. que juega, que se deja llevar, fuego que hace achinar los ojos, no obstante llama a las miradas. contagias lo tuyo, contagias pasión desde el anonimato. y sos agua, que aplaca el ardor. un mar dormido, que anhelo navegar, hundirme, morir y renacer. un fenix, una jugada de salon, morir para vivir. una luz, un fuego, un jaque sin tablero. la terceridad, lo posmoderno de la tecnologia, conecta almas sin querer. las pantallas arden, teclas resuenan en un continuum, las sonrisas frondosas en la coincidencia, los silencios extrañantes generan espectativas, las jodas, chistes, las verdades, la politica, la sociedad, la injusticia, la fidelidad. todo pasa por esas pant