he escuchado

he escuchado separaciones, casamientos, 

momentos de mierda y mierdas que se vuelven momentos 

he escuchado lagrimas, risas y victorias

he escuchado jurar, mentir y omitir 

 si algo creo de todo lo que escuché 

es que por la boca el ser humano se hace visible. 

dialoga, se abraza a las ideas o las escupe como balas. 

he escuchado sermones, relatos y en ocasiones, alegorias

con la expectativa de escuchar al destino plasmar el aliento del pasado. 

 ¿y de donde? ¿donde sale tanta cosa potente? de la boca. por supuesto. 

una boca vibra, esculpe, trastabilla y muere al cerrarse

 

he escuchado bocas regodearse en los objetos que conquistaba, 

dejando un nudo detrás de cada palabra. 

nudos dispuestos a hacer tropezar, 

como un cordón mal atado.

 

una boca mastica, rumea y muerde al cerrarse.

he escuchado a las palabras  morder los cuerpos, moldearlos y ponerlos de pie.

lamerlos y babearlos hasta el hartazgo, hasta dejar la mandíbula de cartonpiedra. 

 

he escuchado escenas de deleite 

"la hice acabar con la boca"

¿con qué?

no hombre, no. 

eso está lejos de ser algo propio de la boca.

la boca es el cuerpo de las ideas, 

las palabras son la invitación. 

son efecto.

he escuchado gozos, dolores, filias y fracasos

a veces siento que las palabras son frascos rellenos de futuro.

en promesa de pegarse a un objeto que la haga valer. 

 

he escuchado y he sido cuerpo de palabras externas. 

he sido colgajos de silencios, 

he sido un muñeco harapiento de la expectativa.

he escuchado a todos, menos a mi.

 

pero no campeón, capo, maestro, titán; 

todo acto es demanda, toda escucha es deseo de ser escuchado

puesto en los frascos correctos

deseado y no dinamitado

no campeón, 

no seas el decir de la boca. 

sé tu palabra, 

sé el eco en esta habitación susurrante.