Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2014

El abandono

Abandoné la promiscuidad,  la dejé olvidada cuando pude sentir como acarició mi cara una mirada  que gritando me dijo "no te vayas, por favor" Me abandoné a mi, a mi yo perecedero cuando atado a sus suspiros recorrí sintiendo,  mi sonrisa, mi alma. Dejé tirados  los recuerdos carbónicos para que no pesen ni ardan cada vez que miro  por el retrovisor Me alejé volando en un silencio, pues ya no quiero  volver a verme  hijo de la pluralidad. Tantos rostros plásticos de transeúntes anónimos y una sola mirada me encontró Son los ojos del destino  sin la gangrena del azar que incitan en mi,   un picor divino, un sabor a pimienta dulce que hacia rato no saboreaba. El mejor adiós,  es la renuncia al propio pasado, hacer morir los fantasmas,  dejar las rocas en su lugar, para no patear ni dañar el camino  que nos queda por afrontar.