soñar trae tormentas

La verdad es triste,
 la verdad da angustia, 
trunca las ilusiones, 
pero levanta las velas para comenzar el viaje. 
y fue un sueño el que me trajo a mi, 
la verdad que negué. 

la verdad que quise ocultar, 
bajo el manto de la cotideaneidad. 
y fermentó, 
se hinchó,
 se hincharon mis bolas,
 de aguantar un doble discurso. 

Y explotaron, como explotan los grandes, por dentro.
donde las lagrimas no caen de la cara, 
cuando hablar no cura nada,
 el asco domina la piel,
 al hacer presente el pasado. 

No hay nada que hacer, 
el tiempo no cambia las heridas,
 solo hay que dejarlas reposar... 
hasta que las mismas ya no duelan tanto.
y no ser el titere de carne y hueso, que soporta todo. 

Ser libre, ser lo que no fui. 
pensar como no pensé.
y hay pasión en la negación, descubrí. 
pretender que lo vivido no es real, se fuerza el cuerpo y el alma
a subsistir en silencio, 
un silencio que habla
 y que como un río, 
va desgastando la piedra.
la cabeza dura, dura de amor. dura de vivir.

y esta cabeza rayada, tiene hambre de abrazos, que no lastimen.
tiene sed de besos, que no provoquen llagas. 

hasta donde llega la mentira,
 hasta donde el sujeto es capaz de adentrarse en su papel,
 de realizar toda una vida, en una falsa posicion. 

tranquilo, tranquilo voy. vengo, me quedo. 
porque asi como me mostré a mi mismo la verdad
vas a ser vos, quien te muestres tus verdades, 
y veas.

veas lo que vi. 

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