Las palabras y mis cosas, cosas de todos.

Evolucionan las lineas,
 densas cadenas invisibles,
 que atan vivencias y las manifiestan.
Puntos y comas,
 son mis armas,
manipulo a estas inocentes letras,
 con tal de darle vida a mi vida.
 apacibles van, unidas a mi piacere,
concordando según mi egoísmo chamuyero,
para contar anécdotas sobre cosas obvias.

y crecen, se desarrollan,
suceden en ellas,
las 4 estaciones,
 no las dejo morir,
en su crudo invierno...
 traspapelo mi andar con ellas,
para que se vistan de moda
, y caminen cálidas, seguras de si,
 impregnándome plenitud.

y si estoy pleno,
 la primavera reinará en los carriles del hipódromo,
y volverán a pastar los caballos de la pasión.
 Con el sol de un 22 de septiembre, bien loco,
 alzaré la mano, a preguntarle a la señora vida,
por que ha de ser todo tan especial.
especial por tenerlo todo al alcance de los ojos,
y aun así no quererlo ver.

La ceguera está cristalizada,
ya no alcanza con un prisma cóncavo para quitarla.
por que está instalada en las almas.

Se necesitaría un caleidoscopio,
que reavive, esos abrazos que nos dieron vida,
que traiga, los olores de las empanadas domingueras.
el sonido de los arboles en una tarde de verano..
al aroma de los sahumerios de los jueves,
o al jugueteo de las mascotas en el patio..
cuando sepamos volver, a esas pequeñas cosas,
 sabremos entonces, ver eso tan especial,
que todos reclaman a los milagros de las instituciones,
 y que pocos se saben capaces. de convertirse en uno.