el papel y su corazón: lineas de sangre azul.

Y llegó un día
en el que el papel
se sintió raro, angustiado
con la flor de sus renglones,
 irradiando sangre azul
con manchas negras
 de poesías, de suspiros
que no conocen lo real,

Llegó luego,
una mañana,
 donde los hálitos no surgieron más.
 donde quien murió no fue el papel,
ni la musa,
 ni el cuerpo,
  sino el poeta.

Dióse cuenta la hoja de la ausencia,
 y lloró modestamente no ser escrita por nadie.
vivió en un desencanto de escrituras vacias,
y anheló aquello que siempre tuvo y creyó padecer.

Fue entonces, cuando el poeta,
 hábido nuevamente de deseo místico,
   apareció, para inundarla,
 de flores noctambulas,
plenas  metáforas,
 sinécdoques
y don juanes,
que le hablan a las estrellas que habitan la ciudad.
que se toman una coca en la 9 de julio,
en pleno horario laboral, que desafían muy pasivamente,
el ritmo que llevan las sombras sonrientes.

y no es el lápiz,
    no es la mano,
es el corazón
 de quien ha de desaparecer cada tanto,
 a tierras lejanas, muy internas,
 para recolectar nuevas anécdotas...
quien verdaderamente
 sabe justa su inscripción material,
en hojas de la vida.

no aborrezcan al escritor,
que está manco de sentimientos,
 que va por la vida
pidiendo prestado
guantes impares,
 para tapar su frío.

frío que no congela las narices,
ventisca que esfuma el caminar.
 que corta el papel, ese que quiere ser escrito.

y caerán mil tormentas,
 y vivirán miles de personajes
en el rumbo de las paginas,
copiosas lineas de drama, alegrías y suspensos..

Charlarán entre si mis poemas,
invocando a un ideal
que puede ser cumplido,
a una meta que ya he alcanzado,
el estar conscientemente vivo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

mundo cerrado, olor estanco: abramos la ventana!!

Suavignon

Catarsis IV