breve VI



La orilla de la muerte,
 son los días, vivos, andantes.
Vida ebria de pasiones,
 vida de vinos y costumbres.
El vino del amor, 
elixir seductor, 
espasmos de nuestra cronología.
que nos ponen a la orilla del Hades.
mero impulso gangrenal del intercambio.

Amar es alienarse,
 hacerse uno con el objeto, 
y eso,
 perturba la esencia del amante.
deja de ser,
 muere, 
aun andando, 
aun cantando.

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