Manchas de café sobre hojas de escritura vacía.

Manchas de café
    esbozos de tinta en hojas blandas
blancas como mi humor,
  rayadas como mi temperamento
llenas de notas, 
de flechas que marcan cursos, 
direcciones y sentidos
café negro,
 como la tinta que mancha la hoja,
blanda como un suspiro.
y no es la hoja,
no son bolígrafos,
 soy yo,

y el café es la vida.


Que las leo y no me leo, 
no soy yo el escritor, 
soy una maquina 
cuando toco esas hojas con la tinta.
no produzco nada,
 solo repito,
  como loro, 
como un loro demente
 que grita cosas ante las visitas
 y se gana los aplausos de los examinadores, 
seres dominantes, egolatras, llenos de un falso poder 
y una autoestima mas alta que el obelisco. 

Que gran esfuerzo,
 a veces lo siento inútil,
 ser competente, si yo no quiero competir!

Yo quiero ser 
y ser no siempre es tener que correr,
 tener que vivir valorándome 
por lo que el otro no logra hacer... 
no es asi, no soy, no sirvo asi... 
y en esta vida utilitarista,
 funcionaría por mi vocación,
 pero no por mi voluntad egoísta de pisar cabezas. 

detesto eso!
aborrezco las manchas
que determinan al sujeto a actuar,
 a pensar por si,
sociedad que impulsa a calcular hasta los besos.
cultura macabra, economistas de sentires.



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