El viaje (tercera parte)

Pasaron muchos minutos,

nos hallabamos
en el fragor de la ciudad


Explotaban en mí
los sonidos calidos
de un amanerecer
muy lejano. 

Sería un nuevo comienzo,
mis pies pisaban otra tierra.
sabía que en ese brillo
aguardaba
algo a ser leido.

Esa primera caminata
 desbarató el tiempo,
puedo asegurarlo.
eramos dos,
 entre la multitud
 de idiomas y aromas.  

Pareciamos,
 agua de deshielo
en una pendiente volatil
y movilizante.

Pareciamos,
gotas de agua,
efecto del desenfreno.

Pareciamos,
el bullicio
que germina una cascada.


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