Sal, de aquí, dentro.

Beso
 que deviene
 punto
en la historia

 Una marca en la letra,
 testigo de los pasos
que realizan.

Vacíos,
que luchando
contra el silencio,
chocan comisuras.

Han rondado
entre poemas
 recónditos,
perfumados
 y etéreos.

risa en su mirada,
roces en sincronía
 un juego de dedos,

 tocaron lo real de la hiel.

El parpado caído del "después"
mueca extraña,
el horizonte de una pupila,
buscando perderse.

Efectos que caen,
 en la ropa,
 en el suelo
o sobre un cristal.

La sal se quita,
el deseo es siempre litoral.




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