El club de los recuerdos.

Una sonrisa marcada
un pómulo ardiendo
es domingo por la tarde
 en el club de bochas,

Los abuelos se juntan a parafrasear leyendas,
la lluvia amedrenta sus pequeños soles de competición
nunca falta tiempo para un mate,
es pacto social de quien saluda,
mojarse las entrañas con agua verde

La yerba despierta
los ojos pálidos del mozo trasnochado
y los oídos jóvenes
 resuenan de atención
ante la partida de pool.
que disputan dos viejos enemigos,
Don olvido y el Sr. recuerdo.

Pelean entre tacos y esferas
por ver quien gana la pulseada
sobre el paño musgo.

Los abuelos se pasean,
entre olvidos y recuerdos
Los jóvenes recuerdan
 lo que oyen y no perdonan el olvido..

Las bochas siguen ahí, curiosas
rodando
y la vida pasa,
de mano en mano
de boca en boca.
siempre viven todos
en la memoria del club.

Ningún socio es olvidado.
son todos parte.

Son el azúcar del mate amargo,
son la tiza gastada del pool,
que ya no luce
          pero que sirve.

Son cada tarde de sol,
cada mesa pintada,
cada tango improvisado,
        Todos tienen su lugar
en el salón de las buenas historias.